Las tarjetas de transporte son un documento imprescindible para circular de forma legal con un vehículo que esté destinado al transporte de mercancías por carretera, así como de pasajeros. Sin embargo, las hay de diferentes tipos en función de la actividad que vamos a desarrollar. ¿Sabes cuál es la que necesitas y en qué consiste exactamente?

¿Qué son las tarjetas de transporte?

Como hemos mencionado anteriormente, las tarjetas de transporte son autorizaciones de carácter administrativo que permiten a quien las posee prestar un servicio de transporte de pasajeros o mercancías. En ella constan diferentes datos como el número de autorización, la clase y el ámbito de uso de la tarjeta, así como datos relacionados con el titular de la misma y el vehículo.

En definitiva, la tarjeta de transporte sirve para que su titular pueda desarrollar una actividad profesional relacionada con el transporte de mercancías y/o pasajeros de forma legal, bajo las condiciones que establece dicho documento. Se expedirá una copia certificada de dicha autorización de transporte a todos y cada uno de los vehículos de que disponga la empresa autorizada. Estas tarjetas son de obligatoriedad, tal y como exige la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT) 16/1987, de 30 de Julio.

Tipos de autorizaciones

Aunque hacemos referencia al término “tarjeta de transporte” en singular, debes saber que existen varios tipos distintos en función de la actividad a desarrollar y el servicio a prestar. Podemos hacer la clasificación en dos bloques, en función del servicio que vamos a prestar y el tipo de transporte:

Tarjeta de transporte según el servicio

Esta primera clasificación divide las tarjetas de transporte en públicas o privadas. Se consideran servicios de transporte público aquellos que lo realizan por cuenta ajena a cambio de una retribución salarial. En cambio, los servicios de transporte privado son aquellos que se realizan por cuenta propia y se destinan a fines particulares que no son la actividad principal del conductor. Dentro de este segundo caso, encontramos dos tipos de servicio:

  • Transportes privados particulares: satisfacen las necesidades de desplazamiento de tipo personal o doméstico sin honorarios, por lo que no requieren de autorización.
  • Transportes privados complementarios: se realizan como complemento a la actividad de una organización, cuya actividad principal no es la de transportar viajeros y mercancías.

Tarjeta según el tipo de transporte

En función de la actividad que se vaya a realizar, el transporte podrá ser de mercancías o bien de pasajeros. Es importante determinar que estas actividades son excluyentes, cosa que significa que si una persona física o jurídica, es decir, particular o empresa, posee una tarjeta de un tipo, no podrá tener la otra. Existen un total de 6 tipos de tarjeta dentro de esta clasificación, siendo 3 para cada una de las categorías.

Transporte de mercancías

  • MDL: se otorga para el transporte público y autoriza el transporte discrecional ligero en aquellos vehículos cuya carga útil no supere los 3.500 kilos.
  • MDP: también para transporte público, autoriza el transporte discrecional pesado en aquellos vehículos cuya carga útil sea igual o superior a los 3.500 kilos.
  • MPC: en este caso, se otorga para el transporte privado y autoriza el transporte complementario en aquellos vehículos cuya masa máxima autorizada sea igual o superior a los 3.500 kilos.

Transporte de pasajeros

  • VTC: se otorga para el transporte público de pasajeros en aquellos vehículos que tengan menos de 9 plazas, incluido el conductor.
  • VD: también para el transporte público, en este caso de pasajeros en vehículos de más de 9 plazas.
  • VPC: otorgada para transporte privado de pasajeros, que autoriza el transporte complementario en vehículos que tengan más de 9 plazas.

Como hemos especificado, una misma empresa no puede contar con más de una tarjeta de transporte. Asimismo, es totalmente incompatible contar con una tarjeta para transporte público de mercancías y otra para transporte privado. Estas licencias se deben renovar cada dos años, concretamente cada año par en el caso del transporte de mercancías y en impar el de pasajeros.

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