En un mundo en el que la contaminación del aire y el cambio climático son problemas cada vez más graves, elegir un coche que tenga un impacto ambiental mínimo se ha vuelto crucial. Para ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas sobre la compra de un coche, en España existen diferentes etiquetas medioambientales que se aplican a los vehículos. Estas etiquetas informan a los consumidores sobre las emisiones de gases contaminantes y el consumo de combustible de un coche, y sirven como guía para elegir un vehículo que sea más amigable con el medio ambiente. Por todas estas razones, hoy desde Gestoría Masaga, te explicaremos cuáles son las etiquetas medioambientales más comunes para los coches en España y para qué sirven.
Cuáles son las etiquetas medioambientales en España
A continuación, te presentamos algunas de las etiquetas medioambientales más comunes para los coches en España
Etiqueta ECO
La etiqueta ECO es una etiqueta medioambiental que se otorga a los coches en España que tienen bajas emisiones de gases contaminantes y un bajo consumo de combustible. La etiqueta ECO se basa en la normativa europea sobre emisiones de gases contaminantes y consumo de combustible y se utiliza para clasificar los coches en función de su impacto ambiental. Los coches que cumplen con los criterios para obtener la etiqueta ECO emiten menos de 120 g/km de dióxido de carbono y tienen un consumo de combustible combinado de hasta 6 litros por 100 km.
El objetivo de la etiqueta ECO es ayudar a los consumidores a elegir un coche que sea más amigable con el medio ambiente y a reducir las emisiones de gases contaminantes y el consumo de combustible. Al elegir un coche con una etiqueta ECO, los usuarios pueden ahorrar dinero en combustible y contribuir a la protección del medio ambiente. La etiqueta ECO también incentiva a los productores y proveedores a desarrollar tecnologías más sostenibles y a mejorar continuamente en términos de impacto ambiental.
Matriculamos tu coche sin etiqueta medioambiental
Etiqueta Cero Emisiones
La Etiqueta Cero Emisiones es una etiqueta medioambiental que se otorga a los vehículos eléctricos o de pila de combustible que no emiten gases contaminantes a la atmósfera. Esta etiqueta reconoce a los vehículos que no emiten emisiones de gases contaminantes, como el dióxido de carbono y el monóxido de carbono, durante su funcionamiento.
El objetivo de la Etiqueta Cero Emisiones es fomentar la adopción de vehículos eléctricos y de pila de combustible, que son una alternativa más limpia y sostenible a los vehículos de combustión interna.
Al elegir un coche con la Etiqueta Cero Emisiones, los consumidores pueden disfrutar de una conducción más silenciosa, así como ahorrar dinero en combustible y contribuir a la protección del medio ambiente. La Etiqueta Cero Emisiones es una parte importante de la solución para construir un futuro más sostenible y proteger el medio ambiente para las generaciones futuras.
Etiqueta B
La Etiqueta B es una etiqueta medioambiental que se otorga a los coches en España que tienen emisiones modestas de gases contaminantes y un consumo moderado de combustible. Esta etiqueta se basa en la normativa europea sobre emisiones de gases contaminantes y consumo de combustible y se utiliza para clasificar los coches en función de su impacto ambiental.
Los coches con la Etiqueta B emiten entre 120 y 140 g/km de dióxido de carbono y tienen un consumo de combustible combinado entre 6 y 7 litros por 100 km. Aunque no tienen las emisiones más bajas ni el menor consumo de combustible, siguen siendo una opción más sostenible que los coches con emisiones y consumo más altos.
El objetivo de la Etiqueta B es reconocer y recompensar a los fabricantes que están haciendo esfuerzos significativos para mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de gases contaminantes.
Etiqueta C
La etiqueta C se sitúa en el medio de la escala, y representa un rendimiento energético medio. Los vehículos con una etiqueta C emiten más gases de efecto invernadero que los vehículos con etiquetas más altas (A, B, etc.), pero menos que los vehículos con etiquetas más bajas (D, E, F, G).
Además de las etiquetas, también existen incentivos fiscales y programas de incentivo para ayudar a los consumidores a comprar coches más sostenibles. Al elegir un coche con una etiqueta medioambiental, los usuarios pueden ayudar a reducir la contaminación y a mejorar la calidad del aire, lo que es esencial para proteger el medio ambiente.
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